meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: julio 2009

lunes, 13 de julio de 2009

PRESENCIAS SIGNIFICATIVAS

Mi amado. A ti te espero.
Tranquila en mi sillón de soledad serena,
leyendo los renglones de mi vida,
descansando de tanto mundo efímero y de tanta impaciencia.
Te espero a ti y a tu altura infinita, a tu voz profunda, a tus palabras amables, a tu tez oscura y labrada por los años que te han hecho, bendito dios, lo que eres.
Te espero aun sabiendo que es posible que esté sola en esto.
Aun creyendote lejos aunque estés tan cerca.
Aunque pueda que tú estés ya de vuelta.

Aunque ni sospeches todo esto que siento.
Te espero porque me gusta esperarte.
Mi amado en el silencio. Mi admirado íntimamente.
Te espero, sonriendo, soñandote, queriéndote, adorandote.
Te espero. Te espero aquí, ya me conoces.
Mientras, vivo mi vida contenta de saber
que puedo sentir esto
abierta mi sonrisa y mis ganas de escucharte
de abrazarte, de explorarte
de, amor, tenerte
mientras hago lo único que puedo: esperarte
porque otra cosa, tesoro mío,
temo que no fuera elegante.

miércoles, 1 de julio de 2009

GLAMOUR FOR EVERYBODY II

Tras los comentarios de Turu y anónimo, he releído mi post anterior y me resulta horrible lo que he expresado y cómo lo he expresado.

Ciertamente, no tiene excusa que haya hablado así, tan a la ligera, de un tema, que tiene muchos matices.

Solo quería haber transmitido lo bien que me caen las personas que se quieren y se cuidan asimismas, pero lo he expresado fatal, fatal, porque parece que abogo por “la cultura al cuerpo” y lo que he querido decir (mal) es que admiro a aquellos que, sean cuales sean sus circunstancias, son capaces de mantener esa faceta de no sé como llamarlo, dignidad , autoestima…
En extremo, muy extremo, sería como aquél personaje de una peli de la que no recuerdo el titulo, al que van a fusilar, y esa mañana, en su celda, él se lava y se peina con el agua que cae de una gotera y se limpia las gafas con esmero y sale todo maqueado a su ultimo paseo.
No es la belleza en sí de lo que hablo. Es de esa actitud interior que todos podemos tener. De ese “glamour” que no se vende ni se compra. Que está dentro.

Pero me resulta muy difícil explicarlo, y todavía no sé si lo he hecho.

Pido perdón si alguien se ha sentido herido por mi escrito.