meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: mayo 2010

sábado, 29 de mayo de 2010

ADIOS,ADIOS



Hay momentos que no hay que utilizar para hacer cajas de embalaje o empezar a reorganizar todas las cosas que has guardado durante años en el hogar vivido. Aunque la prisa impone.
Hay momentos que son necesarios para respirar, para meditar, para acordarte y grabarlos en la memoria, para escribir cosas tan necesarias e importantes como la vida misma.
Por eso estoy escribiendo, a pesar de toda la vorágine que se me viene encima. Justo en el momento menos apropiado. O no.
Ayer tuvimos la fiesta de despedida de nuestro hospital. Somos "los mayores" y nos vamos. Nos toca irnos. Se acaba una etapa. Toca un cambio.

Ayer nos dieron un abrazo, en el más amplio sentido de la palabra. No me emocioné, porque la alegría y la buena onda me protegieron. Pero me emociono ahora, escribiendolo. No es efecto de la resaca, porque no la tengo. Ni del sentimentalismo, que aborrezco. Es porque ayer todos nuestros compañeros del hospital nos transmitieron a los "despedidos" un cariño y una delicadeza que nos llegó al alma. Debo reconocer que no soy muy fan de las celebraciones, las cenas con más de 3 comensales, o las despedidas. Y sin embargo,qué a gusto estuve.

Ayer me volví a mi casa con una varita mágica, una historia(dedicada)de Amélie Nothomb, un vídeo en el que todos éramos estrellas, y la posibilidad de una aventura extrema metida en una cajita de 10 x 10 cm. También me regalaron alegría, energía positiva, buen rollo y bastante dosis de cariño.
Todo eso, en un marco incomparable y a la a luz mágica de la luna llena.

Así que necesito escribirlo.
Las cajas, los traslados, la organización y las prisas de la vida cotidiana...pueden esperar.

Gracias.

Adiós, compañeros de guardias, recuerdos intensos, adjuntos que me enseñaron con cariño, coerres de fatigas, enfermeras, auxiliares, todos, momentos de gloria y momentos de fracaso, adiós a estos años duros, inciertos, bellos, estos 4 años de hospital de batalla, adiós a esas noches sin dormir, a las risas, a las lágrimas, a las personas que nos tocó cuidar, a los que nos cuidaron.

Adiós. Hasta pronto.

Hola, vida nueva.