meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: OH, CIELOS, TENGO LA NEVERA VACÍA!!

miércoles, 2 de septiembre de 2009

OH, CIELOS, TENGO LA NEVERA VACÍA!!


Me gusta convertir las cosas que hago en un placer. Al menos, lo intento. Con las que de por sí son placenteras, no es ningún mérito. Pero con las que se suponen tediosas, o insignificantes, cuando al realizarlas disfruto, es todo un logro.

Pero hay una que no hay forma de lograr que sea un placer, ni tan siquiera pequeñito:


HACER "LA COMPRA".


(Entiendase la compra habitual necesaria para la vida: tomates, huevos, leche...etc,etc...)


Los supermercados me resultan sitios deprimentes con luces más bien asépticas, donde se está porque hay que estar porque si no, te mueres de hambre, pero que, si pudiera,no pisaría ni por todo el oro del mundo. Supongo que me quejo de vicio: hace años había que criar durante meses al cerdo y luego matarlo, si querias comer. Y era todo un acontecimiento social. Y mucho antes, al mamut. (Bueno, a ese no había que criarlo, solo ir a buscarlo, lo que suponía meses de preparativos para los cazadores y la vuelta con la presa era la mayor fiesta de la tribu). Antes se criaban gallinas, y se recogían los huevos cada día, y cada huevo era un pequeño tesoro. Las huertas se cuidaban con esmero y con cariño, y comer las judías que plantaste en el otoño sabía a gloria. Había que hacer el pan uno mismo, y los cocidos en la olla de barro duraban horas, y la casa olia a gloria.


Ahora lo tenemos todo a mano. Absolutamente todo lo que queramos.


El cerdo, envasado al vacío. Los huevos por centenares, de gallinas amontonadas y casi asfixiadas desde que nacen hasta que mueren. El cocido, enlatado; las frutas, formas insulsas criadas en invernaderos.


Obviamente nuestra vida, ahora, es más fácil. Además, para los que no tenemos tiempo de hacer cocidos "de los de verdad", la vida se nos ha simplificado.


Pero se ha perdido la esencia. El proceso. El disfrute.
Ir a comprar se me ha convertido en una tortura que intento hacer lo más rápidamente posible porque, realmente, disfruto más bien poquito. Y me da rabia, porque es una de las partes más importantes, necesarias, y omnipresentes de nuestra vida.


Como dice el gran José Mota: "las gallinas que entran, por las que salen".

O "lo uno por lo otro"

O bien: Es el precio que se paga por los adelantos sociales y tecnológicos. Que hay niños que no saben que la leche sale de una vaca, y no necesariamente de un tetra-brik.


En una de estas me uno a una comunidad hippie y me pongo a criar gallinas y a plantar mis propios espárragos.


En una de estas.



3 comentarios:

Turulato dijo...

A mí me llevan de compras.. ¡Vamos, qué soy un machaca!. Mi especialidad es disponer el carro del supermercado con tal arte que quepan en él cantidades ingentes de cosas variadas.
Tanto, que una amiga, que encontrome un día en tal menester, salió rauda en busca de su marido, quien, dotado de inteligencia más aguda que la mía, habíase escabullido tras las mozuelas de la calle.
¡Mira, mira, Rigoberto qué cosas hace este hombre!. A lo que el susodicho, mirándome de través, contestome por lo bajo:
Maño, si qui'es joder, con tu parienta

Ana Glez Duque dijo...

A mí sí me gusta, pero tengo un amigo que lo odia y ha encontrado la solución: compra por internet. Podrías probarlo. Un besote

A.M. Valero Lite dijo...

Pues habrá que probarlo. Se me solucionaría un gran problema...
Otro beso.