meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: PLATONOV

miércoles, 29 de abril de 2009

PLATONOV




A pesar del frenetismo que me consume, ayer me dio tiempo (tiempo que no tenía pero ya me habían sacado las entradas) para ir a "PLATONOV" en el María Guerrero. Si tenemos en cuenta la vorágine vital que me acompaña, que tengo la cabeza bloqueada por mil cuestiones y que al sacar 40 euros del cajero me los dejé allí y me largué tan campante, de lo que me dí cuenta fue de que las 3 horas que duraba la representación fueron las 3 unicas horas del día en las que no estuve pensando en más de 5 cosas a la vez. Y eso fue un alivio.

Fue una representación grata, bien actuada, muy lejos del Chéjov que estamos acostumbrados a ver, quizá porque el autor escribió este texto 15 años antes del resto de sus obras y según nos comentó Pere Arquillué, el actor que interpreta a Platonov y con el que estuvimos charlando después en el subsiguiente y necesario bar de cañas, la obra original dura 9 horas representada y ha tenido que ser acortada muchísimo, con lo cual ahora dura 3 (tela).

..Me ha gustado bastante, quizá porque esta obra, amén de la posible mejor o peor critica que pueda hacerse de la técnica interpreta-tiva, escenográ-fica y de montaje, se presta para el espectador a un sin fin de interpretaciones psicoanalíticas del personaje principal: Platonov. Y a cada cual le llega su personaje, según le ha ido en la vida, o según a quien ha conocido, al encontrar similitudes con las de personas cercanas o con la suya propia.

En estos menesteres de discusión filosofopsicológico diagnóstica estábamos cuando Platonov en persona vestido de Pere Arquillué pasó por allí y decidimos preguntarle cual era su opinión de él mismo: bueno, de platonov. Y fue curioso: se estableció un consenso sobre que ante todo era un hombre egocéntrico o narcisista, incapaz de amar, cínico y brillante, y sobre todo amargado de la vida.

La mia personal es la de que era un hombre que en su juventud había sido muy idealista, y que la gran corrupción de su tiempo, la avaricia y mala fé de los perfectos aristócratas que le rodean y a los que desprecia profundamente, le ha convertido en un hombre amargado, decepcionado de la vida, cínico, que arremete contra todo y contra todos y que ha perdido la ilusión y la confianza en sí mismo.
Casado con una mujer que le adora (adorable está Carmen Machi que lo interpreta) y que le ama sin condiciones, él se siente indigno de ese amor, pero lo conserva durante tanto tiempo únicamente porque se siente halagado e impresionado de ser amado a pesar de considerarse a sí mismo una mierda (vamos, que aquí lo de que es narcisista parece contradecirse...o quizá no...: porque al fin y al cabo esa es otra forma de egocentrismo. "Yo no es que sea un desgraciado: es que soy el MAS desgraciado de todos, no puedo ser menos"). Rodeada estaba de psiquiatras y su diagnostico estaba claro, así que debe ser.

Las mujeres lo encuentran atractivo precisamente por esa naturaleza salvaje y autodestructiva que a muchas (no solo en el teatro) les lleva a querer "cuidar" y "cambiar" al pobrecito hombre perdido. De antemano, las perdidas son ellas. El las atrae pero a la vez las rechaza porque "a su lado solo van a sufrir". Aiññññññ....a alguno he conocido yo así, y de esos hay que alejarse como del diablo. Dan mala vida.
Y en fin, el final no se lo cuento por si la van a ver.
Es una obra diáfana, entretenida, bien interpretada, y el teatro Maria Guerrero me recuerda al de mi pueblo: el Principal de Zaragoza.
Así que blanco y en botella.



EPILOGO: cuando volví al cajero automático a los 5 minutos de haberme dado cuenta del despiste, mis 40 euritos ya no estaban allí. Obvio. Espero que alguien se compre unos zapatos a mi salud.
Joder.


Fotos y cartel: http://cdn.mcu.es/obrasg.php?ob=15&leng=es

4 comentarios:

Nuareg dijo...

Dichosa tú, que ocupada en miles de tareas eres capaz de darle gusto al cuerpo y al cerebro y vas al teatro.
Dichosa tú, que luego te vas de cañas.

Tomo nota de tu sugerencia.

Besos

Ana Glez Duque dijo...

¡Qué envidia! Una de las cosas que más echo de menos de cuando vivía en Madrid es el teatro.No volveré a la capi hasta verano, así que no sé si la pillaré, pero si todavía está tomo nota.

Turulato dijo...

Platonov... Durante toda la lectura no he dejado de desear un plátano. ¿Qué sucede dentro de esta cabecica mía?.
¿Será que soy un Platonico?; ¿o, simplemente, el Platanito?. ¿Qué será, será?

A.M. Valero Lite dijo...

Estoooo, turulato, eso que te pasa se llama "asociación mental fálica". Yo no quiero decir nadaaa.....

Nu: loca ando, como habrás podido comprobar esta tarde que ni tiempo he tenido de saludarte como dios manda. No es el monte tan verde como lo pintan, o no es tan orégano, o...dios, me estoy liando. Bueno, que ni voy al teatro tanto como quisiera ni las cañas se convierten en una fiesta nocturna sin parangón. Mesura, hermano, mesura. Que así lo disfruto más.

Doctoraaaa!!! Bienvenida a los madriles siempre! Platonov ya no estará, pero habrá otras. Siempre...habrá otras.