meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: EL DESTINO DE UN BLOG

miércoles, 17 de diciembre de 2008

EL DESTINO DE UN BLOG


Desde que empecé este blog (otra de las pequeñas y poco arriesgadas locurillas de mi vida, y animada por un amigo) me pregunto qué significado tiene si es que tiene alguno.
Soy paradójica desde que nací: me gustan las cosas porque sí, pero a la vez me siento tremendamente práctica. Las cosas creo que han de servir para algo, pero a la vez hacer algo solo por el deseo de hacerlo es uno de los placeres de la vida.
En fin, no sé.

La cuestión es que me pregunto que hay millones de personas en el mundo que han abierto un blog. Algunos son realmente fascinantes, y se aprenden cosas. Otros son muy informativos, y exponen opiniones diferentes a las que se oyen y se perciben en los grandes medios de comunicación. Otros son pequeñas joyas literarias, y otros son simples medios que sus autores usan para expiar algún mal trago vivido y los usan como una especie de terapia. Otros, realmente, no dicen nada. Algunos, quizá simplemente lo hacen por aburrimiento vital.
Veo que muchos de ellos no son actualizados desde hace meses, o incluso años.

Pero ahí están. Como una huella de lo que algún día fueron. Como fantasmas errantes en una bloggosfera ingrávida donde permanecen flotando a la deriva sin destino alguno.
Yo me pregunto: ¿qué será dentro de unos años, de muchos años, cuando volvamos a mirar nuestro blog si es que todo esto de internet no se ha ido al carajo, y veamos lo que escribíamos cuando teníamos treinta años?? ¿Nos moriremos de vergüenza? ¿Nos sentiremos melancólicos? ¿Tendremos un nuevo arrebato de retomarlo otra vez?

Porque...¿cuánto tiempo se puede estar escribiendo un blog?

Y cuando lo dejemos....¿qué pasará realmente con él? ¿Nos atreveremos a pulsar la tecla “eliminación” y borrar de un solo botonazo tantas cosas escritas? ¿Se puede guardar un blog como se guarda un libro o un diario, en un cajón, hasta que un día nuestros hijos lo encuentren y sepan más cosas de nosotros?

Los suspiros son aire y van al aire...ya saben... Pero dime, bloggero, cuando un blog se olvida....Sabes tú adonde va??....

4 comentarios:

Turulato dijo...

Pues se puede guardar.. Si.
Un día comuniqué a los amigos que cerraba el blog. Al poco, me encontré con un libro; uno de ellos se había molestado en crearlo con mis artículos. Para seguir leyéndolo.

O sea.., como te diría... Lo de menos es lo que pensamos y sentimos. Lo importante es lo que otros piensan y sienten después de conocernos.

Por ejemplo. En el antro que el Oshi y yo compartimos, hay gente que cree que soy sacerdote; por la cantidad de señoras que se confiesan conmigo.

En realidad, tenía un culete molón. Hasta que me trincó el médico...

Leolo dijo...

hola penelope!

mucho cuidado con eso de presumir de blog que luego te pasa lo que a mi. acabo de publicar hace 10 segundos otra entrada. aver si te gusta...

A.M. Valero Lite dijo...

Vaya, turu, qué pasada lo del libro! La verdad es que es una idea preciosa. Una de las cosas que veo en esto de los blogs, es que las entradas más antiguas, se van olvidando, casi nadie se molesta en leer algo que se escribió hace 2 años, por ejemplo.

Y eso refleja un poco nuestro ritmo de vida actual: las cosas van muy rápido, evolucionan a un ritmo de vértigo, la tecnología, las nuevas tendencias...y todo parece quedar obsoleto casi en el mismo instante en que es creado.

Pero un libro...un libro es y seguirá siendo siempre un valor imperecedero, donde volver una y otra vez, donde recuperar paisajes, aromas y sensaciones vividas, que se pueden casi acariciar con los dedos. No creo que la tecnología más avanzada pueda si quiera acercarse a crear algo tan intimo y tan eterno.

Eso, o es que soy una romántica sin remedio.

Besos

Lunarroja dijo...

Lo he pensado también con frecuencia. Y de hecho, a veces me releo lo escrito hace ya varios años. En ocasiones, ni me identifico. Otras, no podría ser nadie más que yo, está claro.

Tiro del pasado cuando quiero saber cómo estaba...
Y de momento, me sirve.