DE LA HUELGA “FEMINISTA” DEL 8 M
“Un día mientras los hombres dormían, las mujeres los atacaron.
Lo hicieron de buena gana. Fue casi un juego.
Pero Brugar, el compañero de Attaroa, nunca despertó,
dijo que deseaba matarle, y creo que lo mató”
“Las llanuras del Tránsito”
Jean M.Auel
He leído el manifiesto del 8M. Lo he tenido que leer varias veces, la verdad, porque no daba (no doy) crédito.
No reconocía el país del que estaban hablando ni a qué mujeres se referían.
Leo“¡BASTA! De violencias machistas, cotidianas e invisibilizadas, que vivimos las mujeres sea cual sea nuestra edad y condición. Exigimos que el Pacto de Estado contra las violencias machistas –por lo demás insuficiente– se dote de recursos y medios para el desarrollo de políticas reales y efectivas que ayuden a conseguir una sociedad libre de violencias contra las mujeres y niñas.
QUEREMOS poder movernos en libertad por todos los espacios y a todas horas. Señalamos y denunciamos la violencia sexual como expresión paradigmática de la apropiación patriarcal de nuestro cuerpo”
Sobre la realidad de mujeres asesinadas, de manera intencionada, sería una cínica si dijera que no existe. Es verdad que esta violencia constituye una lacra vergonzosa sobre la que hemos de luchar, una lacra horrible, pero no menos que otras en las que ustedes no están reparando, como la violencia sobre la infancia o sobre la población anciana.
También los hombres sufren maltrato. La violencia, en general, no depende tanto de la edad o sexo sino del dominio que posee el agresor sobre el agredido, el vulnerable en la relación.
Ante esta desgracia están ustedes aprovechando infundir en la sociedad un sentimiento de fatalismo inamovible, de culpabilización sistemática de los hombres (todos los hombres) y victimización de las mujeres.
Gracias a sus políticas irracionales y desproporcionadas de violencia de género que aparte de cuartos, les dan a ustedes poder, se está generando más tensión, resentimiento y violencia, con un coste altísimo sin además, haber resuelto el problema.
Cientos de injustas denuncias de maltrato machista por parte de mujeres que usan otro tipo de violencia, la psicológica, para ajustar de cuentas, hacer chantaje o vengarse.
El maltrato físico es mucho más visible y denunciable, y parecen ustedes ciegas ante ese otro maltrato, no físico, que flirtea con la esfera de lo psico-emocional y espiritual: extorsiones, chantajes económicos, sentimentales, engaños, dominaciones psicológcas que anulan a la persona, ….campos en los que tanto hombres como mujeres pueden jugar sus bazas por igual. La mayoría de estas violencias psicológicas se quedan para los que las padecen. No se les da tanta visibilidad en los telediarios ni en la prensa, y son muy peligrosas porque no dejan marcas evidentes y son muy difíciles de demostrar. Pero alienan a la persona poco a poco. Y pueden llegar a tener un trágico final. Este sutil pero eficiente tipo de maltrato no es patrimonio de nadie. Lo sufren hombres y mujeres. Lo practican hombres y mujeres. No tiene que ver con la absurda y confusa ideología de género, sino con el hecho mismo de la naturaleza humana. De su esencia, desde el comienzo de los tiempos.
Sobredimiensionan ustedes el problema del maltrato, que aunque existir, existe, pero no de la forma generalizada que ustedes pretenden mostrar, para crear una alarma social que les permita acceder a más subvenciones y a más poder.
España es uno de los países más seguros del mundo, uno en los que menos mujeres mueren por violencia doméstica en comparación con el resto del mundo, e incluso con el entorno más cercano.
“Denunciamos la justicia patriarcal que no nos considera sujetas de pleno derecho”
España es una sociedad libre donde a la mujer no se le obliga a contraer matrimonio, donde no es obligada a llevar burka, nikab, hiyar ni chador, ni se le practica la ablación del clítoris, donde tiene identidad jurídica propia y no necesita desde hace mucho tiempo la firma de su marido para vender una propiedad de ella o para realizar determinados trámites legales, donde no se la excluye de la universidad, de la política, de las grandes empresas ni de las grandes instituciones españolas.
A ninguna mujer se la obliga a quedarse en su casa haciendo las tareas del hogar y desde hace ya años la mujer decide si estudia y se prepara profesionalmente o decide reconducir su vida hacia una dedicación al hogar y a sus hijos por voluntad propia.
Pero leyendo el Manifiesto me parce estar viviendo en Irak o Etiopía, o en lugares que están años luz de lo que (hombres y mujeres) lograron conseguir en este país.
Además, se les han escapado a ustedes unos detallitos, bah, de nada, metiendo en todo esto ataques contra el neoliberalismo y el capitalismo, como responsables de la falsa situación con la que están ustedes presentando las condiciones de vida de la mujer española, desnudando así sus reales y verdaderas intenciones.
Hoy reivindicamos una sociedad libre de opresiones, de explotación y violencias machistas. Llamamos a la rebeldía y a la lucha ante la alianza entre el patriarcado y el capitalismo que nos quiere dóciles, sumisas y calladas . Gritamos bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas
Aunque esto me daría mucho que hablar, para unas cuantas páginas más, pero me temo que solo ya por esto están ustedes dejando fuera a todas las mujeres que, como yo, creen que el capitalismo es la estructura económica que sustenta el libre comercio, y la base de una ideología liberal o “neoliberal” como gustan de llamarla ahora las corrientes progresistas, que tiene como prioridad absoluta la libertad del individuo frente a la masa, y la defensa a ultranza de la vida, la libertad y la propiedad privada. Nada menos.
Y por lo que se ve, fuera de su oficial y vehemente ataque a estas formas de pensamiento, no hay cabida para las mujeres que pensamos diferente. O tragamos con todas las consignas o estamos fuera.
Huelga contra los techos de cristal y la precariedad laboral, porque los trabajos a los que logramos acceder están marcados por la temporalidad, la incertidumbre, los bajos salarios y las jornadas parciales no deseadas. Nosotras engrosamos las listas del paro. Muchos de los trabajos que realizamos no poseen garantías o no están regulados.
¿Trabajos precarios? Sí, los hay. Pero por culpa del heteropratiarcado??? Por Dios…Trabajos precarios hay para mujeres y para hombres, no somos una sociedad ideal. Pero no somos una sociedad que oprime a la mujer. ¿Hay mujeres excluidas de algunos mundos laborales? Seguro. Por decisión propia, señoras feminazis.
Pocas mujeres veo limpiando cristales en las fachadas de edificios de más de 10 pisos, o subidas a los cables de alta tensión arreglando desperfectos, o metidas debajo de un coche descacharrando las tripas, pocas veo subidas en los andamios de las construcciones, o en camiones todo el dia sibre ruedas y tampoco en los sacrificados trabajos del campo a diario, en los barcos que se hacen a la mar para pescar, pocas mujeres quieren ir a limpiar las cloacas de las ciudades, o a meterse en la mina, porque ¿¿están excluidas?
¿¿O es porque ellas, nosotras, preferimos otros trabajos?? Que les parece si les digo que los empresarios prefieren tener mujeres en puestos de atención al público, en todos los ámbitos, servicios turísticos, ventas, restauración, que la mayoría de trabajos de cuidadoras de niños, ancianos y enfermos en residencias y hospitales, limpiadoras del hogar son copados en su mayoría por mujeres??.
“No aceptamos estar sometidas a peores condiciones laborales, ni cobrar menos que los hombres por el mismo trabajo. Por eso, hoy también hacemos huelga laboral.” Y cuando algunas de nosotras tenemos mejores trabajos, nos encontramos con que los puestos de mayor salario y responsabilidad están copados por hombres. La empresa privada, la pública, las instituciones y la política son reproductoras de la brecha de género.
¿Brecha de género salarial proclaman ustedes a los cuatro vientos? ¿O es que muchas mujeres preferimos reducir nuestras jornadas para cuidar a nuestros hijos, hijos que libremente hemos tenido? ¿Brecha salarial? ¿O es que influye también los meses de baja por cada maternidad acaecida, maternidad que libre y voluntariamente hemos contraído?. ¿Brecha salarial? ¿O no será que muchas mujeres prefieren no hacer horas extras en aras a una mayor dedicación a su familia y hogar, familia y hogar que libremente hemos escogido?? ¿Por que se empeñan con tanto fervor en manejar la brecha salarial a su antojo y para sus necesidades políticas??
¿O es que van a arrogarse ustedes, señorías feminazis, la autoridad de decidir en qué trabajos debemos trabajar, las horas que debemos hacerlo, los hijos que debemos o no debemos tener para, según ustedes, no ser unas esclavas del hogar y, en definitiva, enseñarnos a nosotras, las mujeres, las mujeres españolas en este caso, cómo vivir sus vidas, sus familias, sus trabajos, sus vidas?.
Denunciamos los recortes presupuestarios en los sectores que más afectan a las mujeres: el sistema de salud, los servicios sociales y la educación.
Se quejan estas señoras de los recortes presupuestarios en los sectores “que más afectan a las mujeres. Me parece que incluso esto me marea más si cabe que lo anterior. Es injusto, indignante, y vergonzoso que dejen fuera de esta queja a nuestros hijos, nuestros maridos, nuestros padres, nuestros hermanos, a los hombres de nuestra sociedad, en definitiva, que necesitan del Sistema de Salud y de la Educación las mismas prestaciones que las mujeres. Esto es el principio de implantación del germen de una futura lucha muy fea y muy amarga entre los derechos de los hombres y los de las mujeres, por separado, y en enconado desencuentro. No luchan ustedes por unos derechos para todos. Están buscando tener unos derechos diferentes a los hombres, que privilegien a las mujeres. No se sabe muy bien si por venganza, por resentimiento, o porque lo consideran justo bajo ese prisma subjetivo y sectario de vehemencia ante todo lo que huela a hombre.
“Exigimos también la despatologización de nuestras vidas, nuestras emociones, nuestras circunstancias: la medicalización responde a intereses de grandes empresas, no a nuestra salud. ¡Basta de considerar nuestros procesos de vida como enfermedades!”
Tal vez ustedes se sientan enfermas, eso explicaría muchas cosas, pero como mujer y como médico profesional que soy, resbalan ustedes por todos lados en este tema.
Nadie sino ustedes están considerando a la mujer enferma por ser mujer, nadie mejor que ustedes utiliza los preciosos símbolos de la reproducción, el útero, los ovarios, las hemorragias menstruales, las mamas, como parte de una escenografía obscena y violenta en sus reivindicaciones y protestas, y en vez de apreciarlos por lo que son, los desvirtúan, los degradan, los envilecen, provocando la vergüenza ajena en el resto de mujeres que los sienten como algo maravilloso y diferenciador, en cualquier caso como algo natural en nuestras vidas.
“Exigimos ser las protagonistas de nuestras vidas, de nuestra salud y de nuestros cuerpos “sin ningún tipo de presión estética” “Nuestros cuerpos no son mercadería ni objeto, y por eso también haremos huelga de consumo. Basta ya de ser utilizadas como reclamo”
La presión estética de la que tanto hablan tiene como punto de partida las propias mujeres, la continúan las mujeres y la fomentan las mujeres, no se equivoquen. Y no confundan esclavitud estética con el deseo de ser bellas, que hasta eso nos quieren ustedes negar. Reivindico el derecho a querer estar bonita, a oler a perfume de jazmín, a llevar un pelo precioso, si quiero me lo rizo, si quiero le pongo mechas, a vestir como quiera para sentirme atractiva, estupenda, elegante, sexi!! y no como ustedes me dicten en sus consignas. Abogo por la libertad de comercio y la libertad de que quien quiera dedicarse al mundo de la industria cosmética, estética, de la moda o de la imagen, lo haga si quiere. Defiendo una sociedad libre en la que cada mujer elija si quiere trabajar de modelo publicitaria o de abogada del Estado, de azafata de Fórmula 1 o de cirujana cardiovascular, de actriz porno o de Carmelita Descalza. Abogo por la libertad en la manera de vivir nuestra belleza, nuestro cuerpo y el paso de los años. Abogo porque cada mujer pueda elegir rendirse a los dictados de la moda, o no hacerlo.
Se llama Libertad.
No.
Es imposible que ustedes me representen.
Espero que no engañen a todas. Espero que todas lean su manifiesto y muchas se entristezcan, se indignen y reflexionen seriamente sobre las razones que os están llevando a vosotras, mujeres que no nos representáis, a jugar el papel de salvadoras del resto de mujeres, a condición de que sigamos unas consignas tajantes y establecidas, aceptemos vuestro discurso, vuestra ideología y agachemos la cabeza ante vuestras imposiciones de tintes totalitaristas.
No. No sois la mitad de la Sociedad.
Ni sois feministas. Estáis matando el feminismo. Lo habéis sustituido por Ideología de género, totalmente calculada, diseñada y politizada.
No. No sois la mitad de la Sociedad.
Sois unas cuantas que formáis parte de un Lobby cada día más potente.
Y no. No nos representáis.
Lecturas interesantes: “La Dictadura de Género”. Francisco Serrano. Ed.Almuzara.
"Camino de servidumbre" FA.Hayek
"Sobre la Libertad" John Stuart Mill
"Las llanuras del tránsito" Jean M.Auel