meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: 2011

domingo, 25 de diciembre de 2011

ALGÚN DÍA





Por fin, una campaña de tráfico que no nos hace hundirnos en la miseria o que se nos encoja el alma.
Creo que con la positividad, se llega mucho, mucho más lejos.
La música, "Amazing Grace" es también increíble.


Felices Fiestas.
Y que lleguen allí donde quieran llegar.



http://www.lascancionesdelatele.com/2011/12/musica-anuncio-dgt-algun-dia-los.html


Amazing grace! How sweet the sound,
That saved a wretch like me!
I once was lost but now am found
Was blind, but now I see.

'Twas grace that taught my heart to fear,
And grace my fears relieved;
How precious did that grace appear
The hour I first believed!

Through many dangers, toils, and snares,
We have already come;
'Tis grace hath brought me safe thus far,
And grace will lead me home.

The Lord has promised good to me,
His word my hope secures;
He will my shield and portion be
As long as life endures.

Yes, when this flesh and heart shall fail,
And mortal life shall cease,
I shall possess, within the veil,
A life of joy and peace.

The earth shall soon dissolve like snow,
The sun forbear to shine;
But God, who called me here below,
Will be forever mine.

John Newton, Himnos de Olney

sábado, 5 de noviembre de 2011

INTERRUPTUS


Hace tanto tiempo que no entro en este blog que casi se me había olvidado la contraseña.
Las contraseñas son como pequeñas marcas que nos grabamos en las neuronas a hierro candente. Y que aunque están ahí, en ocasiones no las encuentras. Como el típico día que vas al cajero y te has quedado en blanco: "Mecachisenlamar....pero si esta contraseña la llevo usando 5 años!". Y, o entras en pánico, o te vas a tomar unos churros con chocolate, que no hay mejor cosa que dejar de pensar en algo que no recuerdas para que te venga a la cabeza. La teoría del pensamiento interruptus oxigenante. Suele funcionar.
En fin, como decía el amigo Freud: "Las interrupciones son buenas". Ejem, depende de en qué contexto, pero, por lo general, creo que es verdad.

No sé si habrá sido buena la interrupción de más de un año de sequía que ha sufrido este blog. Eso, como todo, se suele ver a posteriori. Ni sé tampoco si ahora regresará la estación lluviosa. Sea como fuere, en los campos llueve de verdad y el otoño ha comenzado a hacer de las suyas, tal vez tenga algo que ver.

Siento que empiezo a escribir en soledad. Pero me apetece que así sea. Querría escribir sólo para mí; sin embargo, esa parte vanidosa de resultar leída por otros, de que lo que escribes cobre vida (y no hay vida sin "los otros") se entremezcla con el pudor de escribir cosas que no tengo ganas de que nadie lea. Mostrar mi intimidad o limitarme a inventar historias. El eterno dilema. Y en alguien tan paradójico y contradictorio como yo, esos dilemas están a la orden del día.
Porque yo no sé escribir de otra cosa que no sea yo. Esa es la cuestión. Todo en mis escritos queda impregnado de mí: de mis emociones, de mi estado de ánimo, de mis miedos, de mis aspiraciones. De mi, de mí, de mí. Si hablo del tiempo, hablo de mí. Si hablo de una película, hablo de mí. Si hablo de mi vecina, hablo de mí. Hasta si hablo de tí, hablo de mí.

Pero eso: no es lo que ocurre siempre? Cómo alguien va a abandonar su cuerpo, su mente, su ser, para hablar desde otro lugar que no sea EL?

Afuera llueve. Y los campos de viñas están apagados. El aire sopla diferente, está agresivo, como enfadado. Y la soledad de la estepa manchega, impone.
Aquí, el horizonte cobra toda la grandeza de su significado. En Madrid no veía horizontes (y no es simbólico, aunque también). Aquí, todo es horizonte. Horizontalidad es la palabra (ahora se me ocurre pensar que "horizonte" deriva de "horizontalidad", tontería o realidad?). Llanuras inmensas y desagarradoras. El cielo y la tierra bien definidos, separados y condenados a la vez,a estar siempre juntos.
Y la lluvia que no solo inunda la tierra sino también las almas.

¿Cómo no voy a sentir ganas de escribir?


Imagen: Viñas en Otoño. 1957. Óleo-Tabla, 33.4 X 38,7 cm. Antonio López Torres. Museo Antonio López Torres. Tomelloso (Ciudad Real).

domingo, 28 de agosto de 2011

EL CIELO DE LA MANCHA



No lo digo yo...lo dice ella. Y me suscribo.

Tomelloso.-Angela Vallvey