meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: diciembre 2009

martes, 8 de diciembre de 2009

¿DESEAMOS LO QUE QUEREMOS?



Solemos caminar por el desierto de la vida intentando averiguar qué deseamos.

Y como toros desbocados corremos allá dónde nos dijeron que estaba la felicidad: nos lo dijeron en la escuela, nos lo dijeron nuestros padres, nos lo dijo la religión, nos lo dicen nuestros amigos, los libros, la publicidad, las experiencias de otros,nos lo dijeron los sabios, los necios...nos lo dictó nuestra moral, nuestra sensatez, nuestra cordura....nos lo marcaron nuestros conflictos infantiles, nuestros miedos ocultos, nuestros obstaculos inconscientes, y así hemos ido creando un universo personal contaminado por toda esa información y llegamos a creer que podemos sacar nuestras propias conclusiones.

¿Podemos?

¿Podemos llegar a saber cual es nuestro verdadero deseo? No lo que queremos aparentemente, sino lo que intuitivamente nos lleva siempre por otro camino, ese que hace que siempre terminemos en el mismo lago, cada vez que queremos llegar a la montaña que teniamos pensado subir.

De vez en cuando, te quedas mirando ese lago al que has llegado tantas veces y por tantos caminos cuando buscabas la montaña, y te da miedo. Te dices: es peligroso quedarse a vivir aquí. Aquí el ambiente es mucho más húmedo que arriba, en la montaña. Los bichos me crecerán por la casa, siempre lo dijo mi madre, y no me atreveré a bañarme en esas aguas porque a lo mejor están frías, heladas,y yo he sido siempre tan friolero... y seguro que hay peces enormes que pueden herirme, pueden herirme...
Desde aquí no veré el sol como lo vería desde arriba, ni el aire será tan puro, imposible. Desde aquí me convertiré en un hombre aburrido, sin las aventuras que me proporcionaría la montaña. Y a mi me gustan las aventuras.
Pero sin embargo,qué cosas, siempre me paro aquí, siempre llego aquí, y me quedo mirando ese lago tan precioso con el alma embelesada. Y no me iría...no me iría...pero me tengo que ir, porque lo que yo quiero (y lo quiero tanto)es vivir en la montaña que es la que me dará todo lo que siempre he soñado que quería.

Así, que finalmente, oyendo todas esas recomendaciones interiores...decides emprender el viaje definitivo a tu montaña.
Allí haces tu casa, construyes tu jardín, respiras el aire puro que anhelabas, y no tienes que metrte en el agua para pescar, puedes cazar animales de tierra, y sientes que tienes todo lo que tú querías. Lo que debía ser, según tus inclinaciones

Sin embargo, un día te das cuenta de que la gran tumbona que has construido con la madera de los bosques de tu montaña la has colocado justo en esa parte del jardín desde donde se puede ver el lago. Es pequeñito, está tan lejos...Poco a poco te vas dando cuenta de que la mejor parte del día se ha convertido en esas horas, cada vez más frecuentes, en las que te puedes relajar sentado y observar sus aguas hasta que anochece, está tan azul el lago, es tan bello...Y una cierta melancolía que no sabes achacar muy bien a que es debida te arropa cada noche cuando te vas a dormir en la cálida cama de tu casa de la montaña.

Un día, un pastor pasó por allí, y tú le convidaste a comer algo de refrigerio antes de que siguiera el camino. En medio de la charla intrascendente y amable que se produjo entre ambos, te soltó, así, de pronto, como si nada, con esa simplicidad de los hombres sabios: "Amigo, mira usted el lago con tal cariño que si no fuera porque es usted un hombre libre que ha decidido vivir en la montaña, juraría que lo que de verdad desea es vivir en él. Pero serán tonterías mías."

Un tiempo después del inquietante comentario del pastor, de noches de insomnio, de dudas y miedos, de muchas reflexones y muchos días de soledad, haces algo que nunca antes se te habría ocurrido hacer : ("¿Y por qué no"?....¿Y si...?)
Cierras la puerta de tu casa en la montaña, el aire puro, la caza por la tarde, los bosques profundos...y comienzas a bajar hacia el lago, tu lago, a ese lugar que siempre estuvo dentro de tí y que forma parte de tí. Cada vez vas más deprisa, se te te está acelerando el corazón, sigues teniendo miedo, "esto es ilógico, yo siempre he querido vivir en la montaña" Comienzas a correr, corres, corres, con cada paso sientes que estás más cerca de tu deseo, aunque todo esté en contra...corres, se te va a parar el corazón...Y al final del ultimo árbol... ahí está el lago, y resulta que te estaba esperando. Nadie ha construido su casa junto a él, porque ese espacio siempre fue tuyo, aunque tú no te habías dado cuenta. Te sumerges en sus aguas y te dan igual si hay peces peligroso, ya no les tienes miedo, no se acercarán a tí. El agua está fría, pero no tanto, y su frescor en la cara te hace sonreir como no habías sonreido nunca...es más bello incluso que antes, cuando solo mirabas. Cuando solo deseabas sin saberlo.
Es tu lago.
Tu lago.
Ese era tu deseo. Era como querías vivir.


Desear y querer no es exactamente lo mismo.
De nosotros depende la responsabilidad de averiguar nuestro verdadero deseo.
El nuestro.
Nuestro, personal e intransferible.

El que nos hará senitrnos plenos y no pegados a una vida que no es nuestra sino de otros,de nuestros miedos, de nuestra ignorancia, nuestros prejuicios, nuestras expectativas para con los demás, nuestro sentido del deber y de lo que se espera de nosotros.

Desead, sed libres.
Desead, pero sabiendo de verdad qué es lo que deseais en vuestro interior.
Ese es nuestro unico objetivo final en la vida.

El resto...todo lo demás, se da por añadidura.

lunes, 7 de diciembre de 2009

PANICO EN SOL



Tengo miedooooo. Ya han vuelto. Ya están aquíiiiiii. Han aparecido de repente y están por todas partes: te inundan en la puerta de tu casa, en la parada del metro, en la plaza, al cruzar la acera. Tienen la mirada como pánfila, van despacio, arrebujados, apretados unos contra otros, sin un destino concreto, caminan despacio, como movidos por hilos invisibles, te rodean a la vez, te empujan, te arrastran, no dejan un metro libre de espacio, emiten gritos, risas chillonas, ruido molesto, y son peligrosos.

Según las últimas previsiones han llegado este puente y no se irán hasta que las navidades terminen. Mi amigo Agus las llama las hordas arrebañadas. Yo por mi parte los considero los invasores del infierno.

Pueden producir, al pacífico vecino del barrio de Sol, palpitaciones, ansiedad galopante y una sofocante sensación de asfixia. El peligro de aplastamiento aumenta con el paso del día y suele ser máximo los fines de semana desde la hora de la siesta hasta las doce de la noche, se ha calculado.

Las autoridades competentes recomiendan no salir a la calle a las horas habituales y tomar caminos alternativos.

Y Sanidad ha puesto a la venta una partida especial de ansiolíticos y sedantes hasta que esto pase. No hay vacuna por el momento, aunque se sigue investigando.

Yo, por mi parte, igual me decido por la recortada.

Paciencia, Señor, dame paciencia....

domingo, 6 de diciembre de 2009

HYPOHEALS


Mi amigo Luis Arellano junto con Borja Luque, fotógrafos y dedicados al mundo de la enseñanza y el fotoperiodismo, tuvieron en verano el sueño de ir a Uganda. La idea era montar un taller de fotografía como parte permanente de un proyecto de integración de los "niños soldado" que Jolly Grace Okot, ex niña soldado y nominada al Nobel de la Paz, acoge en una casa en Gulu, al norte del país y que Borja ya había visitado un año antes, abriendo así un camino que les llevaría lejos.

Después de muchas dificultades, de muchas palabras, de muchas ideas, el proyecto se hace realidad.

Partirán en Diciembre hacia Gulu, junto a otras 5 personas, cargados de cámaras de fotos, material audiovisual, libros, trípodes, poco dinero y mucha ilusión. Todo lo que han podido llevar lo han financiado ellos mismos. Su organización se llama HYPOHEALS y tienen pensado poderla continuar en años futuros y crear de forma permanente un taller de fotografía en ese lugar apartado del mundo y de las noticias en los periódicos.

Se podrá seguir su trabajo en http://hypoheals.blogspot.com/


Aquí os transcribo parte de la propuesta de esta pequeña ONG que ellos mismos me han remitido:


"Nuestra intención es intentar ayudar a Jolly Grace Okot, ex niña soldado y directora del centro HEALS en Gulu, Uganda. Jolly, mujer incansable que fue nominada al premio Nobel, lleva 6 años trabajando para el mantenimiento de su centro de artes con el fin de proporcionar educación y apoyo terapéutico a niños y jóvenes victimas de la violencia que sacude Uganda desde hace casi 25 años.

Desde 1987, Uganda ha sufrido las consecuencias de una terrible y brutal guerra civil entre el ejercito de Uganda y el Lord's Resistance Army (LRA) o “Ejercito de Resistencia del Señor” (ERS) dirigido por el líder espiritual Joseph Kony. Tras más de veinte años de guerra, el conflicto se ha cobrado alrededor de 25.000 muertos directos e indirectos y ha originado cerca de 2 millones de desplazados. En la actualidad el grupo rebelde ha firmado un alto el fuego con el gobierno propiciando una situación de relativa calma si bien parece que las operaciones por ambos bandos todavía continúan.

Las principales victimas de esta guerra han sido los “Acholi”, grupo étnico procedente de la zona situada en el norte de Uganda y el sur de Sudán que tras más de veinte años de guerra han sufrido la desaparición de alrededor de 60.000 jóvenes y niños. Estos han sido han sido secuestrados y obligados a cometer asesinatos y servir como soldados y esclavos sexuales por lo que se estima que componen el 85% de las fuerzas del L.R.A.

Tras años de cautiverio, vejaciones y abusos, algunos de esos jóvenes han conseguido escapar e iniciar una nueva vida. Sin embargo, los traumas aparecidos por esta situación de explotación y cautiverio persisten y han propiciado la aparición de problemas psicológicos y personales muy importantes que impiden el desarrollo integral necesario para que estos jóvenes recuperen una situación de normalidad. Ante esto, se requieren de proyectos de cooperación que permitan desarrollar acciones terapéuticas concretas con el fin facilitar una recuperación psíquica y emocional de los afectados.

Los abusos de derechos humanos han sido constatados por las Naciones Unidas y a fecha de hoy existen órdenes internacionales de búsqueda y captura para los principales dirigentes de los miembros del L.R.A. "




Para más información sobre el conflicto en Uganda:




Emmy: the story of an aids orphan http://www.myspace.com/guluheals

Jolly Grace Okot www.myspace.com/guluheals




sábado, 5 de diciembre de 2009

EL CIRCULO. O DE LO MUCHO QUE CUESTA SER MADRE.

Se llamaba Seva. Pero con uve.
Le habían puesto ese nombre en honor al profesor de psiquiatría que sus padres tuvieron en la universidad: el “Seba”. La única cosa que Lucía había ganado gratuitamente en su vida, sin pagar por ello dinero, esfuerzo, sudor o lágrimas había sido el libro que el “Seba” sorteó entre los alumnos al finalizar aquél curso de quinto de Medicina de 1972: Psicología básica de la relación madre-hijo, de Rumián Medeiros”.Pensó que era una señal. “Quizá me tenga que hacer psiquiatra”.

Después de mucho pensarlo, se decantó por la Dermatología.
Su vida transcurrió entre dermatitis, eritemas, granos y potingues que nunca curaban del todo, pero que calmaban los picores.
Se casó con Carlos, que se había hecho pediatra. Y tuvieron una hija. Vino así, de improviso. Y fue un regalo.
Sin saber muy bien por qué, se acordó mucho de aquél libro durante todo su embarazo. De aquél profesor y de la sensación tan estupenda que había tenido al ser la ganadora del sorteo.
Su pequeña había sido su premio en el sorteo de la vida. Y, como aquél libro, tampoco le había costado nada. Su carrera le había costado tanto esfuerzo y días encerrada en su habitación..., su casa actual, tantos malabarismos económicos y tardes extras de guardia...su noviazgo con Carlos, tantos altibajos y dolores de cabeza...Pero su niña...su niña no le había costado nada.
Decidió hacer algo simbólico que diera un sentido a aquél momento especial de años antes y al momento tan especial que vivía ahora. Se cerraba así un círculo. Y a Lucía, siempre le había gustado que los círculos se cerraran.
Así que la llamó Seva.

Muchos años después, cuando Seva era ya una mujer, y Lucía una señora de manos artríticas, revisando un día su librería, se encontró con su “Psicología básica”, cubierto de polvo y amarilleadas las páginas por el paso del tiempo.
Con una sonrisa melancólica en el alma y muchos recuerdos amontonados en su corazón, pensó: "Maldita farsa. Si llego a saberlo, le pongo Edelvira”. Porque dinero, esfuerzo, sudor y sobre todo lágrimas, muchas lágrimas, era lo que a Lucía le había costado su pequeña y querida Seva.
Aunque la habría vuelto a tener, una y mil veces.

Si se hubiera leído alguna vez el libro, lo habría entendido…mucho antes.