meta name='verify-v1' content='pwiMUB28RJ4hiCr1EXENhHkHqJz4luG0BcIKSmW7UJk=' /> penelope en el paraiso: octubre 2009

sábado, 31 de octubre de 2009

MAS POESIA VISUAL

Retomando a Darío Grandinetti y Sandra Ballesteros en "El Lado oscuro del corazón", de Eliseo Zubiela, esta vez con poemas de Mario Benedetti.

Yo no. Yo no quiero salvarme.







Me encantan las tácticas de estos dos...
Pero...
Amar, solo amar y dejarse ser amado.
Esa es también una buena estrategia.
Con permiso del Sr. Benedetti...

martes, 20 de octubre de 2009

MÉDICO ERES, MÉDICO TE MORIRÁS


No puedo evitarlo. Casi me muero cuando he leído esto, que, con toda mi jeta, he transcrito de este blog: http://ecjpr.blogspot.com/.
Es que es tan verdad...


Sabes que eres médico cuando...

Te levantas a las siete el fin de semana, aunque no tienes que ir a trabajar.
El sonido de la marcha atrás de una furgoneta te hace palpar el bolsillo para sacar el busca.
Sientes que falla algo si no tienes un examen en ciernes.
Ves "Hospital Central" y sientes vergüenza ajena.
No te puedes relajar.
Puedes dominar un libro de 300 páginas en dos días.
Siempre estás cansado.
Escribes más de mil palabras por día.
Miras a una mujer en pelotas en la playa, y lo primero que ves es la cicatriz de la cesárea.
Siempre llevas un boli encima, aunque estés saliendo de fiesta.
No tienes vida privada.
Te olvidas de afeitarte / cortarte el pelo.
Te llevan al quinto pino para que veas a / hables con alguien.
Te despiertan a las cuatro de la mañana para que firmes un papel.
No tienes privacidad.
Piensas que tienes una enfermedad que estás estudiando ahora.
Se espera que lo sepas todo.
No entiendes a qué se refiere la gente cuando hablan de "olor a hospital".
Puedes ver los intestinos de alguien y tener hambre.
La frase anterior no te da asco.
Se supone que puedes estar en dos sitios a la vez.
No puedes acordarte de qué comiste ayer, pero consigues recordar los resultados de las analíticas de cada paciente que tienes.
Estás leyendo esto.



Y lo mejor:


¿Por qué salir con un médico?

Por...

El estetoscopio.
Te pueden hacer una consulta gratuita.
Te ahorras la vergüenza de ir a tu médico de cabecera por una cistitis.
¡Son inteligentes!
Conocen muy bien la anatomía (saben qué funciona, dónde y cómo).
¡Juguemos a médicos y enfermeras!
Están entrenados para escuchar.
Saben cómo te sientes... ¡o al menos lo fingen bien!
Siempre tienen alguna anécdota curiosa que contar.
Te ofrecen un pañuelo cuando vas a llorar (es un reflejo).
Pueden estar despiertos toda la noche si quieres que lo hagan.
¡Artículos de propaganda de los laboratorios!
Saben lo que quieres oír, y lo dicen.
Siempre intentan vestir bien.
Consiguen que los eches de menos, porque siempre están currando.
¡Juguemos a médicos y enfermeras!


¿Alguien se anima?...

sábado, 17 de octubre de 2009

DAR Y RECIBIR


Cuando alguien me regala un libro, sin ningún motivo, así, porque sí, por puras ganas de regalarme un libro, el día más inesperado, y encima es un libro interesante, que alguien ha elegido expresamente para mí, me acaban de hacer el mejor regalo del mundo.

Antes tendía a preguntarme: ¿es que habré hecho algo bien? ¿Quizá sea que me lo merezco? ¿Puede que es que yo sea una persona valiosa, ya que alguien me regala algo sin un motivo más que el simple deseo de regalarme algo? Me costaba recibir "gratuitamente".

Ahora, simplemente pienso: no. No es que yo me lo merezca. Es que simplemente hay gente bella por el mundo que tiene detalles que a mí me hacen feliz. El mérito es de ellos, no mío. Y eso me llena de alegría, porque la belleza de mi pequeño mundo no depende sólo de que yo la haga bella. Es que hay gente que la embellece sin que yo haya hecho nada para ello.

Y eso significa, que el mundo, a veces, gira en el sentido correcto.
Y yo quiero dejarme mecer en ese movimiento.