Las lucecitas inundan las calles de Madrid con absurdos mensajes de bajo consumo. Sol está intransitable, y hordas humana ponen en peligro la integridad física de aquellos que no se resignan quedarse en sus casas bajo una manta. El frío atiere los dedos y a veces, el alma y los virus campan a sus anchas instalándose en narices y pulmones, mientras aumenta la venta de naranjas, limones, jalea real y sueños, y disminuye sospechosamente el porcentaje de seres mezquinos y malas intenciones.
La tele nos acribilla con anuncios de perfumes caros y muñecas escatológicas que piden hacer sus necesidades. El Corte Inglés se ha vestido de fiesta y nos embauca con millones de objetos "necesarios" para estos días. Y Zara está a las puertas de sus mejores rebajas del año.
Los centros de belleza trabajan un 20% más intensamente que el resto del año, para aumentar en un 20% la ilusión de juventud y el brillo y hacer así un buen conjunto con las bolas del abeto del salón.
Los restaurantes se frotan las manos, y los mendigos se frotan la tripa. La alegría se vende en las esquinas, junto a los boletos de lotería, y la tristeza por los que no están se tiene que esconder en los cajones.
Los niños aprenden villancicos y que jesús es una figurita de barro que hay que poner en el salón, junto a la mula, mientras esclavizan a los padres de todo el mundo, condenandoles a conseguir, como sea, el juego de play station último modelo, o dejarán de creer en Santa Claus y los Reyes Magos.
Se habla de la crisis por todas partes y se intenta conseguir, a la desesperada, la forma de regalar algo barato y a poder ser, inservible.
Y todo el mundo anda como estresado, porque no sabe cómo ser feliz, ahora que es más políticamente correcto que nunca.
Debe ser que es Navidad.
Pero este año tengo una pequeña razón que ha hecho que, por primera vez desde hace mucho tiempo, me sienta con ganas de no estar tan fuera del mundo durante estos días.
Se llama Carmen y tiene 72 días.
Y su mirada, toda la ternura del mundo.
Feliz Navidad a todos.
10 comentarios:
Algo es algo. Con tal de que no te parezcas a mí, cualquier motivo vale...
No mires hacia fuera. Descorazona. Contempla con disimulo a la gente..; selecciona e irás descubriendo mucho..
Y no dejes de ir a la Cabalgata de los Reyes Magos. Sola. Contempla. Merece la pena.
Se feliz.
Ahora, en Navidad, hoy y siempre.
Y preciosa la peque.
Se te ha olvidado el anuncio de "vuelve, a casa vuelve, por Navidad...". El anuncio más triste del mundo. Pero con esa cosita qué más da todo...
En Navidad parece que todos tenemos que estar más contentos que nunca y más acompañados que nunca. Y yo lo único que consigo, como nunca, es estar más gorda y ser más pobre, porque no hago más que comer y gastar...
72 estupendas razones para estar dentro del mundo, claro que sí...
Me alegraste el día!.
Bueno, la nena no es mía. Yo solo la disfruto en esos momentos en que no llora, ni grita, ni pide mamar y está arregladita, jejeje......Lo demás...se lo djo a sus papás.
Besos a todos.
(Uf, se pasaron las navidades, ...se creó un montón de basura en el mundo y los mariscos descendieron el porcentaje de población activa en un número alarmante. La gota, la hipertension y la diabetes se van a disparar estos días...y yo...no he dejado de fumar.
La,la,la,la,la....365 días para la nueva tortura!! Vamos bien. Vamos mejor)
hola Pe, has ganado un premio, enta en mi blog a recogerlo. Feliz Nvidad.
La niña preciosa y tus textos también.
Agradezco tu lectura y tu comentario. Son un impulso para seguir escribiendo. Gracias.
me he emocionado al leer este post, no me esperaba el final, q cosita más guapa d criatura! así se olvida todo lo malo de la navidad, un saludo
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