A las plantas hay que mimarlas, quererlas, cuidarlas...Yo les hablo. Les hablo y les acaricio, quizá debido a un tipo de trastorno psicótico tipo esquizofrenoide no reconocido hasta el momento...No oigo voces, pero espero que ellas me oigan a mí. El caso es que salvo esas temporadas de apatía vital en las que descuido su presencia (con el consiguiente tratamiento de recuperación de urgencia, que siempre funciona, y tras pedirles perdón), están preciosas. Y andaba yo un día fumando cerca de la que tengo en mi sofá, que es la que se traga, con mucho, todo el humo de mis Ducados con alto contenido en nicotina (que pasaaa?!!!) cuando la miré de reojo, sospechando, por vez primera, que nunca había caído en la cuenta de que quizá les estuviera causando un sufrimiento inaudito. Empecé a sentirme incómoda, con su presencia ahí, culpabilizante, atenta a todos mis movimientos, con esa mirada incisiva que me hacía removerme en el sillón y lanzar el humo hacia el otro lado...cuando decidí preguntarle. "Oye, a tí te molesta que fume??". Y la planta habló. Por primera vez en la vida, habló, y me contestó que no me preocupara, que el humo le encantaba y la hacía crecer mejor. Incluso me pidió que le pasara un cigarrito. Pero eso ya me pareció demasiado. Una cosa es que hable con mis plantas. Otra muy distinta que las convierta en unas adictas a la nicotina.
De eso nada.
Desde entonces, superada la barrera de la timidez, hablamos a diario; nos contamos nuestras cosas, comentamos los anuncios de la tele, y nos pasamos recetas. Y se está creando una bonita amistad.
Así que me he dado cuenta de dos cosas: de que a las plantas les gusta el humo.
Y de que fumar es una forma como otra cualquiera de establecer nuevas relaciones.
Imagen del hada: http://www.linkmesh.com/imagenes/temas/hadas/hada_sobre_flores.jpg
1 comentario:
No tengo dudas de que eres médico. Evidente, fumas sin pudor.
Lo que desde ahora comienzo a dudar es que seas soporífera.., porque.. ¿no serás loquera?
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