Siempre ando pensando en realizar alguno de los talleres literarios que se ofertan en Madrid. Madrid es prolífica hasta en eso. Hay tanto de todo, en tantas partes, y generalmente tan de dudosa calidad, que a una se le va haciendo callo y hay poquitas cosas que le convenzan. La duda, sin embargo, o la indecisión, se ven, no obstante, claramente sobrepasadas por la indignación al ver los precios desorbitantes a los que se ofrecen dichas actividades. Cursos intensivos de 6 horas por el módico precio de unos 300 euros, como el que me ha llegado hoy por correo electrónico, y en una de las escuelas de escritura más afamadas de la ciudad. Pero...vamo a ve, vamo a ve: ¿Me está usted diciendo que va a venir el mismísimo Cervantes a impartir el taller?? Porque en ese caso, me lo pienso, eh? He dicho me lo pienso. O qué ocurre? Qúe escribir está sólo al alcance de los ricos?? Pero se les va la olla o qué? Yo entiendo que la gente tiene que comer, y que la Filología o la Filosofía no dan en muchos casos para lograr un trabajo estable de esos de paga fija a fin de mes y hay que buscar soluciones alternativas para ganarse las lentejas: hacerse profesor de un taller literario. Por ejemplo. Y las escuelas de escritura (todas privadas) han encontrado un filón de oro en este sentido, y las hay de todo tipo y condición. Desde las que enseñan cómo escribir teatro, novelas, cuentos cortos, los famosos cursos de escritura creativa....hasta "cursos de desbloqueo para la escritura", cursos de crítica literaria, o cómo escribir la experiencia de un viaje. Y algunos cientos más. No siempre de la calidad prometida...
No niego yo que algunos de esos cursos puedan resultar interesantes y en ocasiones, hasta útiles como herramienta de motivación, inspiración compartida , disciplina, y generación de "movimiento" mental. Pero santo dios, un poco de mesura, que por 300 euros... me desbloqueo yo solita y me inspiro no sabes de qué manera. Se me ocurren cientos de formas. Y por el "módico" precio de lo que cuesta un taller regular al mes me compro unos 6 o 7 libros de bolsillo y me impregno de lo que otros escribieron (a ser posible, buenos autores), que para mí es la mejor manera que existe de aprendizaje e inspiración.
A escribir no se enseña. A escribir se aprende. Se aprende leyendo. Se aprende viviendo. Y se aprende escribiendo. Y para eso no es imprescindible un taller literario. Y menos con los precios que se barajan.
Que se lo pregunten a Cervantes.
Imagen de Don Quijote y Sancho Panza: http://www.tiendadedonquijote.com/images/_big/quijote_clasico.jpg
1 comentario:
¡Amén!
Publicar un comentario